Espacio público en el centro histórico. Nuestra oficina ganó el concurso para la reurbanización de la Plaza de Sant Domingo convocado  por el Ayuntamiento en dos mil cinco. El objeto del mismo era  la renovación de las infraestructuras así como su pavimentación para  permitir,  de este modo, un cambio en la tendencia de abandono y degradación.

El interés de este ámbito radica en su pasado histórico, las intervenciones que ha sufrido a lo largo del tiempo y su identidad entre la población de la ciudad. Históricamente el área había pertenecido a un antiguo convento de frailes dominicos que como consecuencia de la desamortización, de principios del siglo diecinueve, todas sus construcciones fueron demolidas y la parcela pasó a dominio público.

Este vacío, localizado en el borde de la ciudad en aquel tiempo, fue ordenado con la intención de establecer equipamientos y viviendas del mismo modo que ocurría en otras ciudades. Como resultado de todo ello a principios del siglo veinte el proceso edificatorio, excepto un área libre y ajardinada, estaba concluido. Este espacio moderno se convirtió en uno de los centros de la ciudad que por sus cualidades los ciudadanos utilizaban y que al final del siglo empezó su decadencia.

El proyecto se basa en la selección y mantenimiento de las especies vegetales, la ampliación de los ámbitos peatonales más allá de los límites existentes y la ocupación de los espacios residuales mediante una cubierta verde soportada por los troncos de las palmeras. Mientras las zonas peatonales se pavimentan con losas de travertino empleando una modulación que permite organizar desde los parterres hasta el mobiliario urbano; las calles y sus aceras se resuelven con adoquín de hormigón, incorporando el travertino para los bordillos, rígolas y encintados.

Si en el futuro verificáramos la intervención según: la apariencia, el coste y como funciona; los dos primeros ya son conocidos, el último todavía es una incógnita; aunque lo que será ya ha sido: uno de los centros de la ciudad.