La excesiva profundidad de la manzana, aconsejó incorporar un patio interior longitudinal, que ofreciese nuevas fachadas, a los bloques resultantes. En dicho patio se sitúan los núcleos de comunicación vertical y los corredores de acceso a las viviendas. Las circulaciones son exteriores, pero cubiertas por grandes vigas en T. Cada núcleo da acceso a cuatro viviendas por planta, a excepción del primero, que combina accesos puntuales y corredor de dúplex.